Capítulo 3: "Los niños no dicen mentiras"

Mientras desayunaban, alguien llamó al timbre, tantos malos pensamientos, pero al final era Lucas, y les explicó que había dado a "los malos" una dirección falsa. Mientras Lucas pasaba a casa, la vecina, como de costumbre, miraba y sospechó.


Al rato, fue a su casa a darles una tarta, y les invitó a cenar por la noche, más que nada por sospechar un poco sobre ellos. Mario fue a casa de la vecina, Rosa, para cancelar la cena, y Lucía volvió a leer la mente a Rosa, y esta pensaba que les iba a firmar el contrato de alquiler de la casa cuando las ranas criasen pelo; por lo tanto, Mario readmitió la cita para el día siguiente, y además en su casa.


Al rato Mario llevó los niños al colegio. Al venir, Carlos invitó a unos cuantos compañeros de clase, para contarles una trola flipante para que fueran sus amigos. Y les contó que los fantasmas existen ya que tenía la ventaja de que podía mover cosas con la mente, y ellos se lo creyeron. Llegaba la hora de dormir, Mario cogió a Carlos para llevárselo a dormir, pero se dio cuenta de que era Lucas y se cabreó un montón con él.
Al levantarse, Jimena no estaba ya que se fue a buscar a Lucas que se fue de casa. Al rato, Mario recibió una llamada del marido de la vecina y le dijo que estaba Lucas en comisaría. Mario va allí, y le coge; Mario se puso a hablar con él y se lo lleva, Mario le dio 10€ para que se fuera a su casa y él le dijo que no tenía donde ir porque le abandonaron en el hospital. Y al final Mario "le perdona" y se abrazan.


En el colegio, el director habló seriamente con Carlos sobre como movió las cosas ya que el hijo de Rosa dio el chivatazo, Carlos le dijo que él podía mover cosas con la mente pero el director no le creyó y le dijo que se iba a quedar castigado para siempre. Cuando llegan a casa, se ponen a preparar la cena, menos Jimena que aún estaba buscándole.


Después llegaron los vecinos, y Jimena llegó in-extremis a casa cuando los vecinos, cabreados, iban a abandonar la casa. Se pusieron a cenar, mientras hay que dejar unas fotos del trío que estuvieron apunto de hacer si no hubiera venido Rosa.



Cuando terminaron de cenar y los vecinos se fueron, Lucas le dijo a Jimena que sabía donde vio por última vez a la hija de Jimena, fueron allí y Jimena se encontró el abrigo de su hija, lo cogió y se fueron, pero no se dieron cuenta de que tenían detrás a "los malos" que les seguían...